EL FRANQUISMO
El régimen de
Franco va a representar un difícil equilibrio entre las ideologías e intereses
que habían apoyado a los sublevados en la Guerra Civil, es decir, a los sectores
católicos, a los fascistas de la Falange y a los carlistas tradicionalistas, a
los terratenientes y a la gran burguesía que controlaba las empresas y la
banca, además de los intereses propios del ejército.
El resultado es un régimen
militar, volcado en el apoyo a la Iglesia y con una mezcolanza de instituciones
y normas de las que resultó un sistema político extraño, desde luego no
democrático y sí dictatorial.
I. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS
El de Franco fue fundamentalmente un régimen
autoritario o dictatorial, militar de derechas. Su configuración ideológica
era muy compleja y heterogénea.
Los principales elementos ideológicos
de este régimen fueron los siguientes:
·
Es
un régimen antidemocrático, autoritario, con ausencia de libertades
básicas, no hay partidos políticos ni por supuesto, libertad de manifestación,
expresión o prensa (censura), etcétera. Se abandona toda idea de que la
soberanía resida en la nación y el poder se concentra completamente en la
persona de Franco.
·
Era
un régimen antiparlamentario y contrario al pluripartidismo Por
ello, se creó un partido único, inicialmente denominado Falange
Española Tradicionalista y de las J.O.N.S y más tarde, Movimiento
Nacional, como medio para canalizar la participación política de los
españoles
·
Es
profundamente antimarxista y más específicamente, anticomunista, es
decir, contrario a las doctrinas del PSOE y sobre todo del Partido Comunista,
Como alternativa, propone la existencia de los Sindicatos Verticales que
agrupaban, a los empresarios y a los obreros.
·
El
franquismo, es un régimen profundamente antiliberal, debido al componente
“tradicionalista” del régimen, esto es, a los elementos carlistas que
aún subsisten en los inicios del nuevo régimen y que nunca vieron con buenos
ojos el régimen liberal
·
Es
un régimen con evidentes similitudes con los regímenes fascistas (Italia
de Mussolini, Alemania de Hitler,), sobre todo por lo que respecta a la
existencia de un partido único, además, el régimen se envolvió en una simbología
de tipo fascista: uniformes, saludo romano, el yugo y las flechas, himnos y
banderas, etcétera.
·
El
régimen de Franco se va a declarar profundamente católico, hasta el
punto de que el régimen se llamará también nacional-catolicismo. En
consecuencia, la Iglesia recupera su influencia sobre la enseñanza y su
prestigio social y algunas entidades católicas, como el Opus Dei, adquieren una
relevancia, incluso política, excepcional, en un Estado que vuelve a
considerarse confesional donde los cultos católicos adquieren el carácter de
oficiales. La moral católica se convierte así en la seña de identidad
del régimen, moral que se protege mediante la censura y la legislación en todos
los ámbitos.
·
Otro
de los elementos básicos de este conglomerado ideológico es el patriotismo
exacerbado y el tradicionalismo: defensa radical del catolicismo,
exaltación de ciertos momentos de la historia de España (R.R.C.C.),
la profusión de símbolos (el crucifijo, el Corazón de Jesús, el yugo y
las flechas). También cabe destacar aquí la exaltación de conceptos como el de raza
española y la defensa del modelo tradicional de familia, con el
hombre como “paterfamilias” y la esposa sometida legal y económicamente a su
marido, trabajando en casa dedicada al cuidado de los hijos: la prohibición del
aborto y el adulterio femenino (no así del masculino), la inexistencia del
divorcio y la necesidad de la autorización del marido para que la mujer pudiese
ejercer una actividad profesional o un negocio o adquiriese bienes son ejemplo
bien claros de esta sumisión de la mujer. Doc aparte
·
Se rechazan los nacionalismos periféricos, en especial el catalán y el vasco,
con la consiguiente prohibición de los estatutos de autonomía, la implantación
de un sistema político centralista y la prohibición en la administración
y la educación de los restantes idiomas españoles.
2. LOS APOYOS SOCIALES Y LAS BASES
POLÍTICAS: LAS FAMILIAS DEL RÉGIMEN
El régimen
trajo un estricto orden y seguridad públicos gracias a la represión
policial y a la propia represión política que abortó cualquier intento
de oposición pública. Y si bien hubo una oposición interior y exterior el
régimen contó con el apoyo de la población.
Las bases
sociales de régimen franquista fueron los grupos que apoyaron
inicialmente la sublevación y quienes se beneficiaron de las medidas adoptadas:
·
los
miembros de la Iglesia y los católicos en general,
·
los
militares (lo que quedaba del Ejército tras la depuración lógica durante
y tras la guerra),
·
las
oligarquías terratenientes, especialmente por la paralización de la
reforma agraria,
·
la
burguesía de negocios y la banca, principales beneficiados de las medidas
de intervencionismo económico que en su momento se analizarán,
·
los
pequeños propietarios agrarios del norte y ambas Castillas, en especial
por su identificación con el catolicismo y la defensa de las tradiciones,
·
las
clases medias-altas urbanas beneficiadas de las depuraciones en la
enseñanza y la Administración.
Sin embargo, la mayor parte de las clases
medias urbanas y el proletariado tanto industrial como agrario mostraron
una postura bastante tibia respecto de la dictadura. De hecho, los únicos
opositores que quedaron con vida a la altura de los primeros años de
posguerra estaban encarcelados, ocultos, echados al monte en
forma de partidas guerrilleras, en el exilio o como poco en una
especie de “exilio interior”, haciendo una vida más o menos normal
y evitando señalarse públicamente como detractores del nuevo régimen.
En cuanto a las bases políticas,
recordemos que la piedra angular del régimen era Franco y que se
prohibieron todos los partidos políticos. En su lugar, se creó un partido
único, fruto de la unión de los falangistas y los carlistas, la Falange
o Movimiento Nacional. Junto a la Falange, no obstante, pervivieron otras
corrientes o familias del régimen:
·
La
Falange franquista apenas tenía que ver con la fundada por José Antonio.
·
dirigida
por Franco, en ella se encuadraron algunas de las organizaciones básicas del
régimen y que permitieron el control social e ideológico: el Sindicato
Vertical, el Frente de Juventudes y la Sección Femenina.
·
El
Ejército supuso siempre un claro bastión de apoyo para Franco.
·
Los
católicos apoyaron desde el principio a la dictadura, en especial la jerarquía,
lo que se manifestó en un trato de favor mutuo y cristalizó en el nuevo
Concordato. Además hay que destacar la gran influencia que desde 1957 ejercerán
los miembros del ultraconservador Opus Dei.
·
Los
monárquicos estuvieron inicialmente al lado de Franco, en la creencia de
que el suyo sería un régimen de transición hasta la restauración de los
Borbones (desde 1941, don Juan, padre del actual rey, era el depositario de los
derechos dinásticos).
3.- UNA REPRESIÓN INSTITUCIONALIZADA.
Ya durante la
guerra, los sublevados habían manifestado su deseo de eliminar a todos, los que
calificaban de enemigos de España, desatando una violencia indiscriminada
contra los republicanos. El fin de la guerra no fue el fin de la violencia,
sino que se procedió a la institucionalización de la represión. Para ello se
elaboran una serie de leyes coercitivas y se suspende la independencia del
poder judicial.
La primera de
estas leyes fue la Ley de Responsabilidades políticas, del 39 que pretendía la
depuración total de todos los que habían colaborado con el régimen anterior. Un
año más tarde se le añade la ley de Represión del Comunismo y la Masonería,
contra los contrarios a la religión, la patria y las instituciones.
El brazo
ejecutor de dicha política fue el ejército, que todavía en la posguerra juzgaba
en los Consejos de guerra, con lo cual la indefensión de los procesados era
casi total. En cifras, los ejecutados por razones políticas fueron unos
150.000, de los que 50.000 fueron durante la posguerra. En cuanto a los
encarcelados se calcula unos 280.000, lo que conlleva a la saturación de las cárceles, y la creación de campos de
concentración. El hacinamiento, las pésimas condiciones higiénicas y
alimentarias provocan una alta mortalidad.
También como
castigo a la población reclusa se la enviaba a los Batallones de Trabajadores o
Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores que se dedicaban a la
realización de obras de reconstrucción de carreteras, puentes, etc. o como
trabajadores de canteras, minas y edificios públicos.
La represión
se caracterizó por su voluntad de ejemplaridad y castigo, se intentaba difundir
el terror entre la población y acallar cualquier disidencia. Fue un tiempo de
miedo y de silencio.
Además a los
vencidos se les aplica una política de confiscación y expolio de su patrimonio.
Así se confiscan las propiedades de los exiliados y los políticos republicanos,
los partidos, sindicatos y asociaciones republicanas que pasaron en gran parte
al patrimonio de las instituciones del régimen.
También se
expulsó del mundo laboral a todos aquellos que se habían destacado a favor de
la república. Se hizo una depuración de los funcionarios y los trabajadores de
la admón. publican y se presiona para que se haga en el sector privado. Además
ciertas profesiones liberales fueron objeto de control para lo que se hizo
obligatorio pertenecer a los colegios profesionales.
Al nacionalismo también se le
reprime, acusándolos de atentar contra la unidad de España. Así se prohíbe y
persigue toda manifestación lingüística y cultural no castellana. El catalán,
vasco y gallego se consideraron dialectos, siendo desterrados de la admón., la
educación, los medios de comunicación, etc. La represión llevó al exilio a
muchos intelectuales, profesores y profesionales comprometidos con los
nacionalismos.
4. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL
RÉGIMEN.
El franquismo
adoptó claramente la configuración de una dictadura personalista en
torno a la figura de Franco. Se le dotó de capacidad legislativa y
ejecutiva. También tuvo un permanente poder que podemos denominar
“constituyente”, en el sentido de que, no sometido a la voluntad nacional,
a la soberanía del pueblo, Franco podía en el momento que lo deseara instituir
o modificar aspectos esenciales del Estado.
El régimen de
Franco careció de una Constitución como tal, que fue sustituida por un
sucedáneo en forma de una serie de siete Leyes Fundamentales (que en
ocasiones adoptaron la historicista denominación de Fuero), que en su conjunto
abarcan las materias propias de una Carta Magna.
Los tres pilares del régimen son:
a) El Ejército: Los militares tienen una presencia
muy significativa en la vida de la sociedad franquista, participan en todo tipo
de tribunales, de actos públicos o de actos sociales. Controlaban la represión,
dirigían la policía, participaban en la política económica y aportaron muchos
símbolos y claves ideológicas del Régimen a través de la doctrina del
caudillaje militar. Por ello, aunque estaban muy mal pagados guardaron
una escrupulosa fidelidad a Franco y su régimen, estando orgullosos de su
victoria y el lugar de honor que tenían en el régimen.
b) La Iglesia: Desde el principio la guerra civil
fue calificada como "cruzada" y la iglesia aportó legitimidad
interior y exterior al régimen, además se convierte en un eficaz instrumento de
propaganda de la ideología del régimen. . Franco entraba bajo palio en las
Iglesias y nombraba obispos y cardenales; a cambio el predominio y prestigio
social de la Iglesia era inmenso, se les devolvió el control de la
educación, restablecimiento de las retribuciones económicas e
incluso el control de los profesores o políticos locales. Los primeros
enfrentamientos con la Iglesia se deben al desarrollo de las doctrinas del
Concilio Vaticano II.
c) El Movimiento: El partido político fundado por José
Antonio Primo de Rivera, fue desvirtuado por Franco al integrarlo dentro del
movimiento nacional, junto con los tradicionalistas carlistas y las JONS. Con ello
redujo su papel a ser la cantera para aprovisionar al régimen sus cuadros
organizativos o dirigentes, siempre que le prestaran fidelidad inquebrantable.
En el periodo azul tuvieron el predominio, pero tras la derrota de las
potencias del eje fue disminuyendo su jerarquía... Otro papel fundamental del
movimiento fue el encuadramiento y adoctrinamiento de las masas, sindicatos
verticales, el Sindicato Universitario Español, la sección femenina, el frente
de juventudes o la OJE (Organización Juvenil Española)
5.- LA EVOLUCIÓN DEL RÉGIMEN.
5.1. La etapa azul. El régimen
totalitario (1939-1945).
En
el primer gobierno de la dictadura, hay un predominio cualitativo y
cuantitativo de la Falange, debido al papel de Alemania en la escena
internacional y a la reciente guerra civil. El hombre fuerte de esa etapa es
Serrano Súñer "el Cuñadísimo".
La
Falange alentó un programa de encuadramiento de la sociedad típicamente
fascista, a través de los sindicatos verticales, el SEU, el Frente de
Juventudes, la Sección Femenina y el control de gran parte de los medios de
comunicación.
El
17 de julio de 1942 se promulgó la Ley de Cortes, la segunda de las Leyes
Fundamentales (la primera, el Fuero del Trabajo, era de 1938) como otro paso
más para institucionalizar el régimen. Las cortes serían monocamerales, de elección
indirecta a través de las corporaciones u órganos naturales de la
nación, que se consideraba que eran las familias, los municipios
y el Sindicato. Por supuesto que no existía libertad de partidos, sino
que los candidatos debían ser miembros de la Falange. Las Cortes se dividían
así en “tercios” por representar a los citados tres órganos naturales de la
sociedad, al sistema se le impuso el engañoso nombre de democracia orgánica.
Recién
acabada la guerra civil empieza la segunda guerra mundial. En 1940 Franco
abandona la neutralidad y declara la no beligerancia aunque el régimen apoyaba
claramente a Alemania e Italia. Pero a partir de 1942, con la entrada de EEUU
en la guerra se vio claramente que la derrota de las potencias del eje estaba
clara. Franco empieza a cambiar de postura, ante el peligro que suponía su
apoyo para su régimen. Así en 1943, se vuelve a la neutralidad y además
empiezan una serie de cambios trascendentales para adaptarse a la nueva
situación internacional y salvar su gobierno.
El inicio del declive falangista.
El cambio de
la situación internacional y la oposición al predominio de la Falange por parte
de la Iglesia y del ejército, hacen que Franco aproveche un incidente (el caso
Begoña, donde hubo enfrentamientos entre falangistas y carlistas, resultando
herido un ministro militar Varela) para dar un rumbo nuevo a su gobierno.
Franco salió
de la crisis, nombrando un nuevo gobierno. Franco demostró su habilidad para
maniobrar con astucia entre los sectores políticos que sustentaban el Régimen.
Continuaron existiendo ministros miembros de todas las familias, pero la
Falange empezó a perder protagonismo, eso sí, nunca tanto que significará su
desaparición. A partir de ese momento el protagonismo lo asumirían los
católicos.
La política económica en este
periodo.
La política económica del régimen
tuvo un carácter de autarquía además de intervencionista. El régimen era
antiliberal, no solo lo era en el aspecto político, sino también en el
económico. Los organismos más importantes en matera económica serían:
1. El SNT, creado en plena guerra
civil y cuyo objetivo era el control por parte del Estado del comercio del
cereal.
2. INI: Instituto Nacional de
Industria. Fundado en 1941, creado para la creación de empresas que asegurasen
a España la independencia energética. Las empresas más estratégicas del país
acabarían formando parte de él.
Este carácter de autarquía de la
economía española fue reforzado por las circunstancias
económicas que sufrió el país tras el
aislamiento internacional. El fracaso de esta política económica era
enmascarado por el régimen argumentando que era fruto de “la
conspiración judeo-masónica y las
continuas sequías que azotaban al país.
Se condenó a toda una generación a la
escasez o al hambre, las cartillas de racionamiento fueron la tónica habitual
para la ciudadanía. Estas circunstancias tuvieron como consecuencia el
nacimiento del estraperlo, que no era otra cosa que la venta de productos de
primera necesidad en el mercado negro. La corrupción del régimen y la falta de
controles adecuados tuvo como resultado la aparición de una nueva clase social
asociada a este delito: los estraperlistas.
5.2. El nacional-catolicismo
(1945-1957).
Al
acabar la II Guerra Mundial España se había quedado aislada del mundo exterior,
no sólo por el papel español durante el conflicto, sino debido a la propia
guerra civil y el posterior gobierno autoritario que se implanta. Esto provocó
una retirada de los embajadores (sólo
permanecieron los de Argentina, Portugal y el Vaticano). España se quedaría
fuera del Plan Marshall y de la ONU y Francia cerrará la frontera con España.
No
obstante esta situación cambiará en los años 50 con el tan ansiado
reconocimiento internacional, debido al enfrentamiento entre EEUU y la URSS, la guerra fría. En este
contexto, el catolicismo y el anticomunismo del régimen franquista le valieron
para salir del aislamiento.
Volvieron los
embajadores en 1951, España ingresó en 1955 en la ONU y sus organismos
especializados (FAO, UNESCO, etc.) y sobre todo, se firmó el Concordato con
la Santa Sede en 1953, que regulaba las relaciones Iglesia-Estado, y el Acuerdo
hispano-norteamericano, por el que EEUU utilizaría de forma conjunta una
serie de bases militares a cambio de ayuda económica.
El nacional catolicismo en el poder.
El 18 de
julio de 1945, Franco procedió a la formación de un nuevo gobierno, en el que
continúa el retroceso de la Falange, se mantienen los militares y hay un gran
avance de los católicos para conseguir apoyo del Vaticano y reducir la
hostilidad de las democracias occidentales.
En
1945 se promulgó la tercera ley fundamental, el Fuero de los Españoles,
lavándole la cara el régimen para conseguir la aceptación internacional,
definiendo al franquismo como una democracia orgánica. Aunque se
recogían una serie de derechos, no se articulaba un sistema que los garantizase
y además se contemplaba la posibilidad de que el gobierno suspendiera
temporalmente esos derechos. Se decía que España era una democracia orgánica,
una democracia verdadera, en la que se eliminaban lo peor de la democracia, la
pluralidad política y se facilitaba la verdadera participación a través de los
órganos (de ahí el nombre) fundamentales del estado: la familia, el municipio y
el sindicato.
La cuarta ley
fundamental fue la Ley de Referéndum Nacional, de contenido
plebiscitario. La quinta fue una de las más importantes; la Ley de Sucesión
a la Jefatura del Estado de 1947. España se definía como un Estado
católico, social y representativo, declarándose Reino. Además se creaban el
Consejo del Reino y el Consejo de Regencia. En esta ley, Franco quedaba como
Jefe del Estado vitalicio y podía proponer a las Cortes su sucesor. Don Juan
rechazó esta ley, pero en 1948 llegó con Franco al acuerdo de que Don Juan Carlos
se educara en España.
La crisis de 1956 y el ascenso de los
tecnócratas al poder.
El detonante
político de los grandes cambios que se avecinaban fueron los sucesos de
febrero de 1956 en donde hubo enfrentamientos callejeros entre estudiantes
liberales y Falangistas. En este momento llegan al poder los tecnócratas del
Opus Dei, de la mano de Carrero Blanco, iban a tener el el desarrollo
económico.
5.2. EL SEGUNDO FRANQUISMO
(1959-1975).
5.2.1La tecnocracia. El dominio del
Opus (1957-1969).
La tecnocracia
es una forma política que intentó aplicar el régimen franquista en los años
sesenta. Se trataba de sustituir los conceptos políticos por los técnicos o
dicho de otra forma, la acción política por la burocracia. En el fondo se
buscaba el continuismo político dictatorial, sustituyendo las libertades
políticas por el desarrollo económico.
Los
tecnócratas pusieron en marcha entre 1957 y 1965 una amplia reforma de la
administración pública para adaptar la administración a las nuevas
circunstancias de desarrollo económico
En
1958 se aprobó la sexta ley fundamental: la ley de Principios Fundamentales
del Movimiento, una recopilación de leyes y normativas anteriores.
Mediante
referéndum se aprobó la séptima y última de las leyes fundamentales del Estado;
la Ley Orgánica del Estado, el intento de asegurar el futuro del
régimen. Separó los cargos de Jefe de Estado y de presidencia del gobierno,
asentó la institución monárquica, pero sobre todo abrió las Cortes a una cierta
participación popular, creándose la figura de los procuradores representantes
de la familia, elegidos de forma directa por los cabezas de familia y las
mujeres casadas.
Una de las cuestiones más
importantes del periodo fue la Ley de sucesión de Franco, ya que
afrontaba las dos grandes cuestiones del periodo: la preparación del futuro y
las distintas posiciones políticas existentes. Entre los distintos
pretendientes que optaban al cargo, Franco optó por el candidato de Carrero
Blanco y los tecnócratas: Don Juan Carlos de Borbón.
La estrategia política de
los aperturistas.
Aunque
el dominio político de esta etapa corresponde a los tecnócratas surgen otros
grupos que se enfrentan a ellos. Destacan los inmovilistas o búnker (sector
duro del Movimiento que pretendía volver a un régimen totalitario) y los
aperturistas, provenientes también del Movimiento y liderados por Fraga y
Solís.
Solís
intentó sacar hacia adelante una ley de asociaciones políticas que permitiera
un pluralismo limitado Algo parecido ocurrió con la ley de Prensa de 1966,
promovida por Manuel Fraga. La nueva ley abolió la censura previa y concedió
una cierta libertad de prensa con la que la oposición incrementó su capacidad
de expresarse
Pero
en 1969 estalla el escándalo Matesa, un tema de corrupción financiera e
industrial en que estaban implicados personas pertenecientes a los tecnócratas
y al Opus. El enfrentamiento entre los aperturistas y los tecnócratas estalló
definitivamente. Franco no tenía la capacidad de maniobrar entre las distintas
familias políticas. Formó un nuevo gobierno, pero en este caso monocolor, con
personas adictas a Carrero Blanco. La división entre las familias franquistas
era ya un hecho consumado.
Desde
1957 la política exterior franquista se fijó como objetivos el acercamiento a
la Europa comunitaria, el mantenimiento de una estrecha relación los EEUU y la
recuperación de Gibraltar. España alcanzó durante este tiempo la mayor
aceptación internacional dentro del régimen.
La política económica en
este periodo.
La economía mejoró
gracias a las importaciones, que pudieron realizarse debido a la ayuda americana.
Estas importaciones permitieron cierta renovación de la industria.
Los hitos económicos
principales fueron los siguientes:
1. Impulso de regadíos,
concentraciones parcelarias y colonizaciones agrarias.
1. Reforma fiscal 1957.
En esencia aumentó la carga fiscal directa sobre las rentas
2. Política
antiinflacionista.
3. Plan Eléctrico
Nacional. Impulsó la construcción de pantanos, siendo cotidiana
la imagen en el NO-DO de
Franco inaugurando pantanos.
4. Entrada de España en
los organismos internacionales: OCDE, FMI y Banco
Internacional de
Reconstrucción y Desarrollo. De esta manera, el régimen se
vinculaba a la economía
internacional.
5. Impulso a la
industria. Astilleros. SEAT. El 600 fue el símbolo de una época.
6. Plan de
Estabilización. 1959. promulgado por que España estaba a punto de la
bancarrota. Ésta fue la verdadera reforma de la economía. Sus medidas fueron
orientadas a la liberalización de la economía para ser competitiva con la
europea. Hubo un cambio de la política monetaria y fiscal, equilibrio de la
balanza de pagos, freno a la inflación, liberalización parcial de las
importaciones El Plan de Estabilización fue el desencadenante del desarrollo
industrial de los sesenta.
5.2.2. El declive del régimen
(1969-1975).
Tras
el nombramiento de Juan Carlos como sucesor en la Jefatura del Estado en julio
de 1969, el vicepresidente del gobierno, almirante Carrero Blanco, se esforzó
en sentar las bases de una transición pacífica hacia la llamada "Monarquía
del 18 de julio".
Carrero Blanco y el
fracaso del aperturismo (1969-1973).
Tras
el escándalo Matesa, El vicepresidente Carrero, en octubre de 1969, se hizo
cargo del nuevo gobierno, trazando un amplio programa político para relanzar la
economía, iniciar una apertura al exterior (acuerdo comercial con la CEE) y
reformar la educación extendiendo la enseñanza básica gratuita.
También
intenta mejorar sus relaciones con la Iglesia y resolver el problema obrero.
Este último objetivo fracasa ya que el malestar laboral entre 1970 y 1974 fue
creciendo y coincidiendo con una etapa muy activa de ETA. La respuesta del
gobierno fue endurecer en 1971 la Ley del Orden Público
A
principios de 1973 el enfrentamiento entre los aperturistas y los
ultraconservadores provocó una crisis de gobierno. El nuevo gabinete que
"gira a la derecha", apenas si se estrenó: el 20 de diciembre de
1973, el presidente Carrero moría en Madrid víctima de un espectacular atentado
de ETA.
La política económica al final del
régimen.
El desarrollismo derivó de los tres
grandes motores económicos, que pueden ser calificados de exteriores:
1. Turismo: se convirtió en la
primera industria nacional. Sus ingresos equilibraron la balanza de pagos.
Produjo un incremento del sector terciario. Transformó los hábitos culturales y
las formas de vida de los españoles.
2. Inversiones extranjeras: al
capital foráneo lo atrajo la abundancia de mano de
obra y un mercado en expansión.
3. La emigración exterior: sus
consecuencias económicas fueron positivas. Se mejoró la formación profesional
de los emigrados. Provocó un incremento de los salarios en la industria y la
agricultura interior.
La intervención económica continuó
pero fue más atenuada. Se crearon los Planes de Desarrollo, con los cuales,
mediante los Polos de Desarrollo, se concentró la industria en determinados
lugares en detrimento de otros, lo que originó desequilibrios regionales que
todavía persisten.
Arias, albacea del
franquismo.
En
enero de 1974 Franco nombró nuevo presidente a Carlos Arias Navarro. Ante la
convicción de que el fin biológico del dictador se encontraba cerca, Arias
presentó a las Cortes un programa de gobierno que preveía una reforma del
régimen: es el llamado "espíritu del 12 de febrero" con un
proyecto de apertura hacia un pluralismo político.
Arias
anunció una ley de asociaciones políticas, pero sólo ajustada a las Leyes
Fundamentales. Este criterio fue ampliado posteriormente hacia otras corrientes
políticas, llegando hasta el socialismo. El comunismo en estas etapa quedó
siempre fuera del juego político.
Los sectores ultraderechistas denunciaron el
peligro de destrucción del régimen y fuerzan a Franco, ya gravemente enfermo,
para que Arias Navarro se decante por una postura inmovilista. De esta forma
fracasa el intento del franquismo para democratizarse desde dentro.
En
este periodo hay un aumento de la conflictividad social y la contestación
política, al tiempo que desde Marruecos se inicia otro foco de inestabilidad
con el conflicto del Sahara. Franco estaba ya en una situación crítica, que se
agrava a lo largo del 74.
Su
fallecimiento se producirá el 20 de noviembre del 75, dejando tras de sí un
régimen anacrónico y una profunda crisis.
Su idea de dejar el
futuro de España, “atado y bien atado” acabó siendo una ilusión sin fundamento.