martes, 21 de abril de 2015

El Franquismo

EL FRANQUISMO

El régimen de Franco va a representar un difícil equilibrio entre las ideologías e intereses que habían apoyado a los sublevados en la Guerra Civil, es decir, a los sectores católicos, a los fascistas de la Falange y a los carlistas tradicionalistas, a los terratenientes y a la gran burguesía que controlaba las empresas y la banca, además de los intereses propios del ejército.
El resultado es un régimen militar, volcado en el apoyo a la Iglesia y con una mezcolanza de instituciones y normas de las que resultó un sistema político extraño, desde luego no democrático y sí dictatorial.
I. FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS
El de Franco fue fundamentalmente un régimen autoritario o dictatorial, militar de derechas. Su configuración ideológica era muy compleja y heterogénea.
Los principales elementos ideológicos de este régimen fueron los siguientes:
·         Es un régimen antidemocrático, autoritario, con ausencia de libertades básicas, no hay partidos políticos ni por supuesto, libertad de manifestación, expresión o prensa (censura), etcétera. Se abandona toda idea de que la soberanía resida en la nación y el poder se concentra completamente en la persona de Franco.
·         Era un régimen antiparlamentario y contrario al pluripartidismo Por ello, se creó un partido único, inicialmente denominado Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S y más tarde, Movimiento Nacional, como medio para canalizar la participación política de los españoles
·         Es profundamente antimarxista y más específicamente, anticomunista, es decir, contrario a las doctrinas del PSOE y sobre todo del Partido Comunista, Como alternativa, propone la existencia de los Sindicatos Verticales que agrupaban, a los empresarios y a los obreros.
·         El franquismo, es un régimen profundamente antiliberal, debido al componente “tradicionalista” del régimen, esto es, a los elementos carlistas que aún subsisten en los inicios del nuevo régimen y que nunca vieron con buenos ojos el régimen liberal
·         Es un régimen con evidentes similitudes con los regímenes fascistas (Italia de Mussolini, Alemania de Hitler,), sobre todo por lo que respecta a la existencia de un partido único, además, el régimen se envolvió en una simbología de tipo fascista: uniformes, saludo romano, el yugo y las flechas, himnos y banderas, etcétera.
·         El régimen de Franco se va a declarar profundamente católico, hasta el punto de que el régimen se llamará también nacional-catolicismo. En consecuencia, la Iglesia recupera su influencia sobre la enseñanza y su prestigio social y algunas entidades católicas, como el Opus Dei, adquieren una relevancia, incluso política, excepcional, en un Estado que vuelve a considerarse confesional donde los cultos católicos adquieren el carácter de oficiales. La moral católica se convierte así en la seña de identidad del régimen, moral que se protege mediante la censura y la legislación en todos los ámbitos.
·         Otro de los elementos básicos de este conglomerado ideológico es el patriotismo exacerbado y el tradicionalismo: defensa radical del catolicismo, exaltación de ciertos momentos de la historia de España (R.R.C.C.), la profusión de símbolos (el crucifijo, el Corazón de Jesús, el yugo y las flechas). También cabe destacar aquí la exaltación de conceptos como el de raza española y la defensa del modelo tradicional de familia, con el hombre como “paterfamilias” y la esposa sometida legal y económicamente a su marido, trabajando en casa dedicada al cuidado de los hijos: la prohibición del aborto y el adulterio femenino (no así del masculino), la inexistencia del divorcio y la necesidad de la autorización del marido para que la mujer pudiese ejercer una actividad profesional o un negocio o adquiriese bienes son ejemplo bien claros de esta sumisión de la mujer. Doc aparte
·         Se rechazan los nacionalismos periféricos, en especial el catalán y el vasco, con la consiguiente prohibición de los estatutos de autonomía, la implantación de un sistema político centralista y la prohibición en la administración y la educación de los restantes idiomas españoles.
2. LOS APOYOS SOCIALES Y LAS BASES POLÍTICAS: LAS FAMILIAS DEL RÉGIMEN
El régimen trajo un estricto orden y seguridad públicos gracias a la represión policial y a la propia represión política que abortó cualquier intento de oposición pública. Y si bien hubo una oposición interior y exterior el régimen contó con el apoyo de la población.
Las bases sociales de régimen franquista fueron los grupos que apoyaron inicialmente la sublevación y quienes se beneficiaron de las medidas adoptadas:
·         los miembros de la Iglesia y los católicos en general,
·         los militares (lo que quedaba del Ejército tras la depuración lógica durante y tras la guerra),
·         las oligarquías terratenientes, especialmente por la paralización de la reforma agraria,
·         la burguesía de negocios y la banca, principales beneficiados de las medidas de intervencionismo económico que en su momento se analizarán,
·         los pequeños propietarios agrarios del norte y ambas Castillas, en especial por su identificación con el catolicismo y la defensa de las tradiciones,
·         las clases medias-altas urbanas beneficiadas de las depuraciones en la enseñanza y la Administración.
Sin embargo, la mayor parte de las clases medias urbanas y el proletariado tanto industrial como agrario mostraron una postura bastante tibia respecto de la dictadura. De hecho, los únicos opositores que quedaron con vida a la altura de los primeros años de posguerra estaban encarcelados, ocultos, echados al monte en forma de partidas guerrilleras, en el exilio o como poco en una especie de “exilio interior”, haciendo una vida más o menos normal y evitando señalarse públicamente como detractores del nuevo régimen.
En cuanto a las bases políticas, recordemos que la piedra angular del régimen era Franco y que se prohibieron todos los partidos políticos. En su lugar, se creó un partido único, fruto de la unión de los falangistas y los carlistas, la Falange o Movimiento Nacional. Junto a la Falange, no obstante, pervivieron otras corrientes o familias del régimen:
·         La Falange franquista apenas tenía que ver con la fundada por José Antonio.
·         dirigida por Franco, en ella se encuadraron algunas de las organizaciones básicas del régimen y que permitieron el control social e ideológico: el Sindicato Vertical, el Frente de Juventudes y la Sección Femenina.
·         El Ejército supuso siempre un claro bastión de apoyo para Franco.
·         Los católicos apoyaron desde el principio a la dictadura, en especial la jerarquía, lo que se manifestó en un trato de favor mutuo y cristalizó en el nuevo Concordato. Además hay que destacar la gran influencia que desde 1957 ejercerán los miembros del ultraconservador Opus Dei.
·         Los monárquicos estuvieron inicialmente al lado de Franco, en la creencia de que el suyo sería un régimen de transición hasta la restauración de los Borbones (desde 1941, don Juan, padre del actual rey, era el depositario de los derechos dinásticos).

3.- UNA REPRESIÓN INSTITUCIONALIZADA.
Ya durante la guerra, los sublevados habían manifestado su deseo de eliminar a todos, los que calificaban de enemigos de España, desatando una violencia indiscriminada contra los republicanos. El fin de la guerra no fue el fin de la violencia, sino que se procedió a la institucionalización de la represión. Para ello se elaboran una serie de leyes coercitivas y se suspende la independencia del poder judicial.
La primera de estas leyes fue la Ley de Responsabilidades políticas, del 39 que pretendía la depuración total de todos los que habían colaborado con el régimen anterior. Un año más tarde se le añade la ley de Represión del Comunismo y la Masonería, contra los contrarios a la religión, la patria y las instituciones.
El brazo ejecutor de dicha política fue el ejército, que todavía en la posguerra juzgaba en los Consejos de guerra, con lo cual la indefensión de los procesados era casi total. En cifras, los ejecutados por razones políticas fueron unos 150.000, de los que 50.000 fueron durante la posguerra. En cuanto a los encarcelados se calcula unos 280.000, lo que conlleva a la saturación de las cárceles, y la creación de campos de concentración. El hacinamiento, las pésimas condiciones higiénicas y alimentarias provocan una alta mortalidad.
También como castigo a la población reclusa se la enviaba a los Batallones de Trabajadores o Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores que se dedicaban a la realización de obras de reconstrucción de carreteras, puentes, etc. o como trabajadores de canteras, minas y edificios públicos.
La represión se caracterizó por su voluntad de ejemplaridad y castigo, se intentaba difundir el terror entre la población y acallar cualquier disidencia. Fue un tiempo de miedo y de silencio.
Además a los vencidos se les aplica una política de confiscación y expolio de su patrimonio. Así se confiscan las propiedades de los exiliados y los políticos republicanos, los partidos, sindicatos y asociaciones republicanas que pasaron en gran parte al patrimonio de las instituciones del régimen.
También se expulsó del mundo laboral a todos aquellos que se habían destacado a favor de la república. Se hizo una depuración de los funcionarios y los trabajadores de la admón. publican y se presiona para que se haga en el sector privado. Además ciertas profesiones liberales fueron objeto de control para lo que se hizo obligatorio pertenecer a los colegios profesionales.
Al nacionalismo también se le reprime, acusándolos de atentar contra la unidad de España. Así se prohíbe y persigue toda manifestación lingüística y cultural no castellana. El catalán, vasco y gallego se consideraron dialectos, siendo desterrados de la admón., la educación, los medios de comunicación, etc. La represión llevó al exilio a muchos intelectuales, profesores y profesionales comprometidos con los nacionalismos.
4. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RÉGIMEN.
El franquismo adoptó claramente la configuración de una dictadura personalista en torno a la figura de Franco. Se le dotó de capacidad legislativa y ejecutiva. También tuvo un permanente poder que podemos denominar “constituyente”, en el sentido de que, no sometido a la voluntad nacional, a la soberanía del pueblo, Franco podía en el momento que lo deseara instituir o modificar aspectos esenciales del Estado.
El régimen de Franco careció de una Constitución como tal, que fue sustituida por un sucedáneo en forma de una serie de siete Leyes Fundamentales (que en ocasiones adoptaron la historicista denominación de Fuero), que en su conjunto abarcan las materias propias de una Carta Magna.
Los tres pilares del régimen son:
a) El Ejército: Los militares tienen una presencia muy significativa en la vida de la sociedad franquista, participan en todo tipo de tribunales, de actos públicos o de actos sociales. Controlaban la represión, dirigían la policía, participaban en la política económica y aportaron muchos símbolos y claves ideológicas del Régimen a través de la doctrina del caudillaje militar.  Por ello, aunque estaban muy mal pagados guardaron una escrupulosa fidelidad a Franco y su régimen, estando orgullosos de su victoria y el lugar de honor que tenían en el régimen.
b) La Iglesia: Desde el principio la guerra civil fue calificada como "cruzada" y la iglesia aportó legitimidad interior y exterior al régimen, además se convierte en un eficaz instrumento de propaganda de la ideología del régimen. . Franco entraba bajo palio en las Iglesias y nombraba obispos y cardenales; a cambio el predominio y prestigio social de la Iglesia era inmenso, se les devolvió el control de la educación,  restablecimiento de las retribuciones económicas  e incluso el control de los profesores o políticos locales. Los primeros enfrentamientos con la Iglesia se deben al desarrollo de las doctrinas del Concilio Vaticano II.
c) El Movimiento: El partido político fundado por José Antonio Primo de Rivera, fue desvirtuado por Franco al integrarlo dentro del movimiento nacional, junto con los tradicionalistas carlistas y las JONS. Con ello redujo su papel a ser la cantera para aprovisionar al régimen sus cuadros organizativos o dirigentes, siempre que le prestaran fidelidad inquebrantable. En el periodo azul tuvieron el predominio, pero tras la derrota de las potencias del eje fue disminuyendo su jerarquía... Otro papel fundamental del movimiento fue el encuadramiento y adoctrinamiento de las masas, sindicatos verticales, el Sindicato Universitario Español, la sección femenina, el frente de juventudes o la OJE (Organización Juvenil Española)
5.- LA EVOLUCIÓN DEL RÉGIMEN.
5.1. La etapa azul. El régimen totalitario (1939-1945).
En el primer gobierno de la dictadura, hay un predominio cualitativo y cuantitativo de la Falange, debido al papel de Alemania en la escena internacional y a la reciente guerra civil. El hombre fuerte de esa etapa es Serrano Súñer "el Cuñadísimo".
La Falange alentó un programa de encuadramiento de la sociedad típicamente fascista, a través de los sindicatos verticales, el SEU, el Frente de Juventudes, la Sección Femenina y el control de gran parte de los medios de comunicación.
El 17 de julio de 1942 se promulgó la Ley de Cortes, la segunda de las Leyes Fundamentales (la primera, el Fuero del Trabajo, era de 1938) como otro paso más para institucionalizar el régimen. Las cortes serían monocamerales, de elección indirecta a través de las corporaciones u órganos naturales de la nación, que se consideraba que eran las familias, los municipios y el Sindicato. Por supuesto que no existía libertad de partidos, sino que los candidatos debían ser miembros de la Falange. Las Cortes se dividían así en “tercios” por representar a los citados tres órganos naturales de la sociedad, al sistema se le impuso el engañoso nombre de democracia orgánica.
Recién acabada la guerra civil empieza la segunda guerra mundial. En 1940 Franco abandona la neutralidad y declara la no beligerancia aunque el régimen apoyaba claramente a Alemania e Italia. Pero a partir de 1942, con la entrada de EEUU en la guerra se vio claramente que la derrota de las potencias del eje estaba clara. Franco empieza a cambiar de postura, ante el peligro que suponía su apoyo para su régimen. Así en 1943, se vuelve a la neutralidad y además empiezan una serie de cambios trascendentales para adaptarse a la nueva situación internacional y salvar su gobierno.
El inicio del declive falangista.
El cambio de la situación internacional y la oposición al predominio de la Falange por parte de la Iglesia y del ejército, hacen que Franco aproveche un incidente (el caso Begoña, donde hubo enfrentamientos entre falangistas y carlistas, resultando herido un ministro militar Varela) para dar un rumbo nuevo a su gobierno.
Franco salió de la crisis, nombrando un nuevo gobierno. Franco demostró su habilidad para maniobrar con astucia entre los sectores políticos que sustentaban el Régimen. Continuaron existiendo ministros miembros de todas las familias, pero la Falange empezó a perder protagonismo, eso sí, nunca tanto que significará su desaparición. A partir de ese momento el protagonismo lo asumirían los católicos.
La política económica en este periodo.
La política económica del régimen tuvo un carácter de autarquía además de intervencionista. El régimen era antiliberal, no solo lo era en el aspecto político, sino también en el económico. Los organismos más importantes en matera económica serían:
1. El SNT, creado en plena guerra civil y cuyo objetivo era el control por parte del Estado del comercio del cereal.
2. INI: Instituto Nacional de Industria. Fundado en 1941, creado para la creación de empresas que asegurasen a España la independencia energética. Las empresas más estratégicas del país acabarían formando parte de él.
Este carácter de autarquía de la economía española fue reforzado por las circunstancias
económicas que sufrió el país tras el aislamiento internacional. El fracaso de esta política económica era enmascarado por el régimen argumentando que era fruto de “la
conspiración judeo-masónica y las continuas sequías que azotaban al país.
Se condenó a toda una generación a la escasez o al hambre, las cartillas de racionamiento fueron la tónica habitual para la ciudadanía. Estas circunstancias tuvieron como consecuencia el nacimiento del estraperlo, que no era otra cosa que la venta de productos de primera necesidad en el mercado negro. La corrupción del régimen y la falta de controles adecuados tuvo como resultado la aparición de una nueva clase social asociada a este delito: los estraperlistas.

5.2. El nacional-catolicismo (1945-1957).
Al acabar la II Guerra Mundial España se había quedado aislada del mundo exterior, no sólo por el papel español durante el conflicto, sino debido a la propia guerra civil y el posterior gobierno autoritario que se implanta. Esto provocó una retirada de los embajadores (sólo permanecieron los de Argentina, Portugal y el Vaticano). España se quedaría fuera del Plan Marshall y de la ONU y Francia cerrará la frontera con España.

No obstante esta situación cambiará en los años 50 con el tan ansiado reconocimiento internacional, debido al enfrentamiento entre EEUU y la URSS, la guerra fría. En este contexto, el catolicismo y el anticomunismo del régimen franquista le valieron para salir del aislamiento.
Volvieron los embajadores en 1951, España ingresó en 1955 en la ONU y sus organismos especializados (FAO, UNESCO, etc.) y sobre todo, se firmó el Concordato con la Santa Sede en 1953, que regulaba las relaciones Iglesia-Estado, y el Acuerdo hispano-norteamericano, por el que EEUU utilizaría de forma conjunta una serie de bases militares a cambio de ayuda económica.
El nacional catolicismo en el poder.
El 18 de julio de 1945, Franco procedió a la formación de un nuevo gobierno, en el que continúa el retroceso de la Falange, se mantienen los militares y hay un gran avance de los católicos para conseguir apoyo del Vaticano y reducir la hostilidad de las democracias occidentales.
En 1945 se promulgó la tercera ley fundamental, el Fuero de los Españoles, lavándole la cara el régimen para conseguir la aceptación internacional, definiendo al franquismo como una democracia orgánica. Aunque se recogían una serie de derechos, no se articulaba un sistema que los garantizase y además se contemplaba la posibilidad de que el gobierno suspendiera temporalmente esos derechos. Se decía que España era una democracia orgánica, una democracia verdadera, en la que se eliminaban lo peor de la democracia, la pluralidad política y se facilitaba la verdadera participación a través de los órganos (de ahí el nombre) fundamentales del estado: la familia, el municipio y el sindicato.
La cuarta ley fundamental fue la Ley de Referéndum Nacional, de contenido plebiscitario. La quinta fue una de las más importantes; la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1947. España se definía como un Estado católico, social y representativo, declarándose Reino. Además se creaban el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia. En esta ley, Franco quedaba como Jefe del Estado vitalicio y podía proponer a las Cortes su sucesor. Don Juan rechazó esta ley, pero en 1948 llegó con Franco al acuerdo de que Don Juan Carlos se educara en España.
La crisis de 1956 y el ascenso de los tecnócratas al poder.
El detonante político de los grandes cambios que se avecinaban fueron los sucesos de febrero de 1956 en donde hubo enfrentamientos callejeros entre estudiantes liberales y Falangistas. En este momento llegan al poder los tecnócratas del Opus Dei, de la mano de Carrero Blanco, iban a tener el el desarrollo económico.
5.2. EL SEGUNDO FRANQUISMO (1959-1975).
5.2.1La tecnocracia. El dominio del Opus (1957-1969).
La tecnocracia es una forma política que intentó aplicar el régimen franquista en los años sesenta. Se trataba de sustituir los conceptos políticos por los técnicos o dicho de otra forma, la acción política por la burocracia. En el fondo se buscaba el continuismo político dictatorial, sustituyendo las libertades políticas por el desarrollo económico.

Los tecnócratas pusieron en marcha entre 1957 y 1965 una amplia reforma de la administración pública para adaptar la administración a las nuevas circunstancias de desarrollo económico
En 1958 se aprobó la sexta ley fundamental: la ley de Principios Fundamentales del Movimiento, una recopilación de leyes y normativas anteriores.
Mediante referéndum se aprobó la séptima y última de las leyes fundamentales del Estado; la Ley Orgánica del Estado, el intento de asegurar el futuro del régimen. Separó los cargos de Jefe de Estado y de presidencia del gobierno, asentó la institución monárquica, pero sobre todo abrió las Cortes a una cierta participación popular, creándose la figura de los procuradores representantes de la familia, elegidos de forma directa por los cabezas de familia y las mujeres casadas.
Una de las cuestiones más importantes del periodo fue la Ley de sucesión de Franco, ya que afrontaba las dos grandes cuestiones del periodo: la preparación del futuro y las distintas posiciones políticas existentes. Entre los distintos pretendientes que optaban al cargo, Franco optó por el candidato de Carrero Blanco y los tecnócratas: Don Juan Carlos de Borbón.
La estrategia política de los aperturistas.
Aunque el dominio político de esta etapa corresponde a los tecnócratas surgen otros grupos que se enfrentan a ellos. Destacan los inmovilistas o búnker (sector duro del Movimiento que pretendía volver a un régimen totalitario) y los aperturistas, provenientes también del Movimiento y liderados por Fraga y Solís.
Solís intentó sacar hacia adelante una ley de asociaciones políticas que permitiera un pluralismo limitado Algo parecido ocurrió con la ley de Prensa de 1966, promovida por Manuel Fraga. La nueva ley abolió la censura previa y concedió una cierta libertad de prensa con la que la oposición incrementó su capacidad de expresarse
Pero en 1969 estalla el escándalo Matesa, un tema de corrupción financiera e industrial en que estaban implicados personas pertenecientes a los tecnócratas y al Opus. El enfrentamiento entre los aperturistas y los tecnócratas estalló definitivamente. Franco no tenía la capacidad de maniobrar entre las distintas familias políticas. Formó un nuevo gobierno, pero en este caso monocolor, con personas adictas a Carrero Blanco. La división entre las familias franquistas era ya un hecho consumado.
Desde 1957 la política exterior franquista se fijó como objetivos el acercamiento a la Europa comunitaria, el mantenimiento de una estrecha relación los EEUU y la recuperación de Gibraltar. España alcanzó durante este tiempo la mayor aceptación internacional dentro del régimen.
La política económica en este periodo.
La economía mejoró gracias a las importaciones, que pudieron realizarse debido a la ayuda americana. Estas importaciones permitieron cierta renovación de la industria.
Los hitos económicos principales fueron los siguientes:
1. Impulso de regadíos, concentraciones parcelarias y colonizaciones agrarias.
1. Reforma fiscal 1957. En esencia aumentó la carga fiscal directa sobre las rentas
2. Política antiinflacionista.
3. Plan Eléctrico Nacional. Impulsó la construcción de pantanos, siendo cotidiana
la imagen en el NO-DO de Franco inaugurando pantanos.
4. Entrada de España en los organismos internacionales: OCDE, FMI y Banco
Internacional de Reconstrucción y Desarrollo. De esta manera, el régimen se
vinculaba a la economía internacional.
5. Impulso a la industria. Astilleros. SEAT. El 600 fue el símbolo de una época.
6. Plan de Estabilización. 1959. promulgado por que España estaba a punto de la bancarrota. Ésta fue la verdadera reforma de la economía. Sus medidas fueron orientadas a la liberalización de la economía para ser competitiva con la europea. Hubo un cambio de la política monetaria y fiscal, equilibrio de la balanza de pagos, freno a la inflación, liberalización parcial de las importaciones El Plan de Estabilización fue el desencadenante del desarrollo industrial de los sesenta.

5.2.2. El declive del régimen (1969-1975).
Tras el nombramiento de Juan Carlos como sucesor en la Jefatura del Estado en julio de 1969, el vicepresidente del gobierno, almirante Carrero Blanco, se esforzó en sentar las bases de una transición pacífica hacia la llamada "Monarquía del 18 de julio".
Carrero Blanco y el fracaso del aperturismo (1969-1973).
Tras el escándalo Matesa, El vicepresidente Carrero, en octubre de 1969, se hizo cargo del nuevo gobierno, trazando un amplio programa político para relanzar la economía, iniciar una apertura al exterior (acuerdo comercial con la CEE) y reformar la educación extendiendo la enseñanza básica gratuita.
También intenta mejorar sus relaciones con la Iglesia y resolver el problema obrero. Este último objetivo fracasa ya que el malestar laboral entre 1970 y 1974 fue creciendo y coincidiendo con una etapa muy activa de ETA. La respuesta del gobierno fue endurecer en 1971 la Ley del Orden Público
A principios de 1973 el enfrentamiento entre los aperturistas y los ultraconservadores provocó una crisis de gobierno. El nuevo gabinete que "gira a la derecha", apenas si se estrenó: el 20 de diciembre de 1973, el presidente Carrero moría en Madrid víctima de un espectacular atentado de ETA.
La política económica al final del régimen.
El desarrollismo derivó de los tres grandes motores económicos, que pueden ser calificados de exteriores:
1. Turismo: se convirtió en la primera industria nacional. Sus ingresos equilibraron la balanza de pagos. Produjo un incremento del sector terciario. Transformó los hábitos culturales y las formas de vida de los españoles.
2. Inversiones extranjeras: al capital foráneo lo atrajo la abundancia de mano de
obra y un mercado en expansión.
3. La emigración exterior: sus consecuencias económicas fueron positivas. Se mejoró la formación profesional de los emigrados. Provocó un incremento de los salarios en la industria y la agricultura interior.
La intervención económica continuó pero fue más atenuada. Se crearon los Planes de Desarrollo, con los cuales, mediante los Polos de Desarrollo, se concentró la industria en determinados lugares en detrimento de otros, lo que originó desequilibrios regionales que todavía persisten.
Arias, albacea del franquismo.
En enero de 1974 Franco nombró nuevo presidente a Carlos Arias Navarro. Ante la convicción de que el fin biológico del dictador se encontraba cerca, Arias presentó a las Cortes un programa de gobierno que preveía una reforma del régimen: es el llamado "espíritu del 12 de febrero" con un proyecto de apertura hacia un pluralismo político.
Arias anunció una ley de asociaciones políticas, pero sólo ajustada a las Leyes Fundamentales. Este criterio fue ampliado posteriormente hacia otras corrientes políticas, llegando hasta el socialismo. El comunismo en estas etapa quedó siempre fuera del juego político.
Los sectores ultraderechistas denunciaron el peligro de destrucción del régimen y fuerzan a Franco, ya gravemente enfermo, para que Arias Navarro se decante por una postura inmovilista. De esta forma fracasa el intento del franquismo para democratizarse desde dentro.
En este periodo hay un aumento de la conflictividad social y la contestación política, al tiempo que desde Marruecos se inicia otro foco de inestabilidad con el conflicto del Sahara. Franco estaba ya en una situación crítica, que se agrava a lo largo del 74.
Su fallecimiento se producirá el 20 de noviembre del 75, dejando tras de sí un régimen anacrónico y una profunda crisis.
Su idea de dejar el futuro de España, “atado y bien atado” acabó siendo una ilusión sin fundamento.




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