lunes, 30 de marzo de 2015

LA GUERRA CIVIL 1936/1939

LA GUERRA CIVIL 1936/1939
1.- El estallido de la Guerra Civil. Del golpe de Estado a la Guerra Civil
El 17 de julio del 36, el coronel de la Legión, Yagüe se alza en armas contra la República. El alzamiento se extiende rápidamente por el resto del protectorado. De ahí, los días 18 y 19 la mayoría de las guarniciones se suman al golpe de Estado, y civiles de las filas de Falange y el Requeté (carlistas).
Marruecos, el día 18 de julio, Franco, una vez asegurado el golpe en Canarias, marcha a la península al frente del ejército de África. Por su parte la República tarda en reaccionar y en dos días, los sublevados se hacen fuertes en Pamplona, Sevilla, Castilla la Vieja y parte de Aragón.
El 19 de julio, el jefe del gobierno Casares Quiroga será sustituido por José Giral, quien decide entregar las armas a las milicias de los sindicatos y de los partidos del Frente Popular (anarquistas, republicanos, socialistas y comunistas, etc.). También parte del ejército y de las fuerzas de seguridad se mantienen fieles al gobierno y sofocan el levantamiento en gran parte de España.
El éxito o el fracaso del alzamiento se debe sobre todo a las condiciones sociales y políticas de cada región del país. Así la sublevación triunfa en toda la España interior, Galicia, la Andalucía del Guadalquivir y las zonas agrarias donde predominaba la gran propiedad o los pequeños propietarios, de carácter conservador.
Por su parte, fracasa en las zonas donde las fuerzas obreras y de izquierda tenían más peso: zonas industriales del País Vasco, Cataluña, Madrid, Asturias, Santander y Levante, parte de Castilla, Extremadura y Andalucía.
En Madrid, Barcelona y Valencia el alzamiento fracasa tras dos días de lucha callejeras, mientras que los sublevados triunfan en Sevilla y Zaragoza.
Los sublevados habían planificado apoderarse de los órganos de gobierno tras el pronunciamiento, decretar el Estado de guerra y acabar con la oposición, en pocos días en una operación rápida. Pero al cabo de una semana, se hizo patente que este objetivo no se había cumplido, lo que lleva a la división del país en dos bandos que se enfrentarían en una cruenta guerra civil.
1.2.- La consolidación de los bandos.
El bando de los sublevados, lo componían militares conservadores, monárquicos de derechas, grupos de católicos, falangistas, tradicionalistas (carlistas)  y todos los que se habían opuesto a las reformas de la República. Se inspiraban en el fascismo y se definían como “nacionales”, por la defensa de la unidad de España y “católicos”.
Pero entre ellos había discrepancias sobre las medidas a tomar tras el golpe. Algunos cargos militares, pretendían “restablecer el orden”, con una dictadura militar para acabar con el riesgo de revolución social que había supuesto la política del Frente Popular, para con el tiempo, volver a una monarquía o una república.
            Por su parte los monárquicos y la CEDA deseaban la vuelta de la monarquía Alfonsina, los carlistas la tan ansiada instauración de la monarquía carlista, mientras que los falangistas querían imponer un régimen fascista.
Los leales a la República eran las clases populares, obreros, empleados urbanos, pequeña burguesía y campesinos sin tierras, afiliados a organizaciones socialistas, comunistas y anarquistas, los llamados “rojos”.
Defendían la legitimidad republicana y representaban a las fuerzas que apoyaban las reformas del bienio de izquierdas y el Frente Popular. Representaban intereses diversos cuyo interés era transformar el país por la vía socialista o anarquista.
La Guerra Civil tuvo una gran repercusión internacional, ya que se veía como una confrontación entre las fuerzas democráticas  y los regímenes fascistas en ascenso (Italia y Alemania)
La “guerra de España” fue un acontecimiento que apasionó y dividió tanto gobernantes, como políticos e intelectuales del mundo entero.
A la República los apoyaban los demócratas, los partidos obreros y la URSS, mientras que a los sublevados le apoyan los demócratas conservadores de Francia y Gran Bretaña y los gobiernos fascistas de Italia También le apoya el régimen portugués, cercano a los fascismos, el catolicismo más tradicional y el Papado.
Ambos bandos buscaron apoyos en el exterior. Los sublevados solicitan ayuda a los países fascistas, mientras que la República solicita ayuda a Francia( en la que gobernaba también un Frente Popular) Gran Bretaña y EEUU  que no actuaron por miedo a que el conflicto llegara a  toda Europa.
Gran Bretaña prefería una política de apaciguamiento. Junto con Francia crean  el Comité de No Intervención en agosto del 36 al que se suman 27 países. La República se veía imposibilitada para comprar armas.
Pero la existencia de este comité no impide que los dos bandos tuvieran ayuda exterior. La República tuvo que comprar armas y productos energéticos donde y como pudo. Así se establece la compra de armamento  a la Unión Soviética con las reservas de oro del Banco de España. También fue importante la ayuda en la organización táctica  de la guerra y la presencia de consejeros políticos que influía a través del Partido Comunista.
A la República le presta una gran ayuda las llamadas Brigadas Internacionales, un verdadero movimiento antifascista que movilizó a más de 60000 voluntarios de muchos países de ideología progresista o de izquierda.
Pero los sublevados fueron los más favorecidos. Alemania e Italia envían aviones, carros de combate, artillería, fusiles y municiones. Alemania envía la Legión Cóndor y se sirvió del conflicto español para ensayar armas nuevas e Italia envía el Corpo Truppe Volontarie y armas. También subieron el apoyo de voluntarios afines al fascismo o de ideología católico-conservadora.
2.- La zona republicana: la revolución contenida.
            Para frenar a los sublevados, que contaba con el apoyo del ejército de África y gran parte de la oficialidad, Giral tuvo que organizar rápidamente una fuerza de oposición, entrega armas a las milicias, disolver el ejército tradicional y los cuerpos policiales y decretar la creación de batallones de voluntarios. De esta forma en la zona republicana entre el verano y el otoño del 36 el poder del Estado sufrió un desplome y fue sustituido por organismos revolucionarios. Surgen consejos, comités y juntas que se ocuparían de la organización.
En la zona que permaneció fiel a la República, se extendió un clima revolucionario. Los primeros en frenar la sublevación fueron obreros y campesinos que luego se sienten legitimados para impulsar cambios sociales.
El aspecto más significativo de esta revolución social fuero la colectivización de gran parte de la propiedad industrial y la agraria. Se toma el control de los transportes, servicios, suministros, las fábricas y los talleres. A veces conllevaba la detención o muerte del empresario, otras se le comunicaba que sus empresas serían autogestionadas. Entre tanto en el campo se expropian numerosas fincas y se ocupan masivamente.
También se desencadena en la zona republicana una respuesta espontánea contra todo lo que pudiera tener relación con los “facciosos” (sublevados) burgueses, propietarios, Iglesia, etc fueron objeto de  una persecución que se escapó del control republicano. Tuvieron lugar asesinatos, los llamados “paseos”, detenciones ilegales en las checas (cárceles clandestinas) saqueos e incendios de iglesias y conventos y requisas de bienes y propiedades particulares.
La experiencia de la autogestión, la gestión de las milicias y la imposición de un cierto orden revolucionario en las calles fue impulsada por el sector más radical del anarcosindicalismo CNT_FAI y del POUM. El resto de fuerzas empezó a reclamar la necesidad de un poder estatal fuerte que se concentrara en ganar la guerra.
El gobierno de Largo Caballero septiembre del 36 mayo del 37
En septiembre del 36 Largo Caballero, (secretario de UGT) forma un nuevo gobierno formado por republicanos, socialistas y comunistas, así como 4 anarcosindicalistas, hechos sin precedentes en el mundo. Su proyecto era crear una “gran alianza antifascista” frente a los sublevados, recomponer el poder del Estado eliminando juntas y comités, militarizar las milicias y crear un Ejército Popular.
Pero una serie de derrotas militares genera el enfrentamiento entre las fuerzas republicanas, sobre cómo se debía afrontar el proceso revolucionario y la guerra. Un sector era partidario de poner orden en la retaguardia y reconstruir un Estado fuerte concentrado en el esfuerzo bélico para ganar prestigio y apoyo internacional. Mientras que el POUM, insistía en plantear acabar con el fascismo a través de la revolución.
Lo que provoca la caída de Largo Caballero fueron los enfrentamientos en Barcelona en mayo del 37 (hechos de mayo) entre las fuerzas de CNT y POUM con el gobierno.
El Gobierno de Negrín mayo 37 marzo 39
Tras los acontecimientos de Barcelona Largo Caballero dimite y encarga la formación de un nuevo gobierno al socialista Juan Negrín, el POUM fue declarado ilegales y sus militantes detenidos.
El nuevo gabinete contaba con la presencia de todos los partidos del Frente Popular, incluidos catalanes y vascos, pero sin UGT ni CNT. El principal objetivo de Indalecio Prieto fue dar prioridad al esfuerzo militar dando prioridad a la guerra.
Ante la imposibilidad de frenar el avance de Franco, el gobierno intentó buscar una salida negociada de la guerra. Negrín propuso su programa los “Trece puntos” en las que proponía el fin de la lucha armada, la permanencia de la República y la apertura de un proceso de elecciones democráticas. Pero Franco se negó a negociar.
A nivel internacional, la República recibe un duro revés cuando se firma el Pacto de Múnich en el que Gran Bretaña y Francia reconocían el expansionismo nazi a costa de Checoslovaquia. Mientras Negrín insistía en la resistencia militar, con la esperanza de al empezar la Guerra Mundial la situación española cambiaría.
3.- La zona sublevada: la creación de un Estado totalitario
La muerte accidental de Sanjurjo en julio del 36 y el hecho de que la guerra se alargara dio lugar a un problema de liderazgo en la zona “nacional”.
El 24 de julio  se crea la Junta de Defensa Nacional integrada por militares y presidida por Cabanelas. Su misión era gobernar el territorio ocupado prohibiendo los partidos políticos, anulando la constitución y decretando la paralización de la reforma agraria.
Franco iba ganando adeptos  e imponiendo su liderazgo dentro del ejército. Lo eligen Jede del alzamiento el 30 de septiembre y nombrado por decreto Jede del Gobierno del Estado y Generalísimo de los Ejércitos el 1 de octubre. El cuartel general se traslado a Salamanca.
A partir de esa fecha en la zona nacional existía un mando único e incontestable, pero sin cohesión política. Los partidos políticos habían sido prohibidos en esa zona, sólo actuaban la Falange Española y de las JONS y la Comunión Tradicionalista. La CEDA y los grupos monárquicos estaban casi desmantelados.
Inspirándose en el modelo fascista italiano y alemán de partido único y jefe con plenos poderes, en abril del 37, Franco dio a conocer el Decreto de Unificación por la que creaba un partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS en el que se integrarían todas las fuerzas “nacionales”. El nuevo partido adopto el uniforme de camisa azul de Falange y la boina roja de los carlistas, así como el saludo fascista con el brazo en alto.
            En enero del 38 se forma el primer gobierno de Franco que asume la jefatura de Estado y la presidencia del gobierno pasando a ser llamado Caudillo de España. El nuevo Estado se inspiraba en el fascismo y defendía un modelo social basado en el conservadurismo y en la preeminencia del catolicismo.
El nuevo Estado abolió la legislación republicana en materia económica, social y laboral, se suprime la libertad religiosa, política y sindical, de prensa y los Estatutos de autonomía, restableciéndose la pena de muerte.
En marzo del 38 se aprueba la primera de sus Leyes Fundamentales, el Fuero del Trabajo con un sindicato único que agrupaba a empresarios y trabajadores, además de prohibir las huelgas y las reivindicaciones obreras.
La Iglesia Católica tendría mucha influencia en el régimen. En julio del 37 se publica una Pastoral colectiva de los Obispos en apoyo de los sublevados. El estado se deroga confesional, se deroga el matrimonio civil y el divorcio, se establece el culto religioso en la enseñanza y el ejército y se establece una retribución estatal al clero.
La construcción del Estado franquista fue acompañada de una violencia extrema según las directrices de los dirigentes sublevados que llevó a la aniquilación de los vencidos en los territorios ocupados. En muchas ocasiones, las personas asesinadas lo eran no por sus ideas políticas sino por lo que significaban para la República.
La represión tuvo un carácter sistemático, planificado y ejercito por el ejército y o  la Falange contra cualquier sospechoso de simpatizar con las izquierdas. Su intención era imponer un clima de “terror” que impidiera toda oposición. Muchos de estos ejecutados fueron enterrados en fosas comunes sin constancia de su desaparición.
4.- Las operaciones militares.
El avance hacia Madrid. Julio/noviembre 1936
Los sublevados una vez en la península, al mando de Yagüe tienen como objetivo tomar la capital. En agosto habían avanzado desde el sur, tomando Badajoz y enlazando por una estrecha franja la zona sublevada del Norte. En septiembre Franco decide ocupar Toledo poniendo fin al cerco del Alcázar situándose a las puertas de Madrid en octubre.
En Madrid se había decretado la movilización general para salvar la capital. (Allí surgen las consignas “No pasarán” y “Madrid tuba del fascismo”)
Mientras` el 6 de noviembre el gobierno republicano se había trasladado a Valencia dejando en Madrid una Junta al mando de Miaja.
Pese a los ataques aéreos Madrid resiste el ataque frontal, gracias también a las Brigadas Internacionales, los tanques rusos y las columnas anarcosindicalistas de la mano de Buenaventura Durruti.
La resistencia de Madrid noviembre/diciembre de 1936 pone fin a la fase llamada “guerra de columnas” o fase miliciana.
Las batallas en torno a Madrid
Tras el fracaso de la toma de Madrid, los sublevados inician maniobras para aislarla, con el objetivo de cortas las comunicaciones con valencia.
En la batalla de Jarama, las tropas republicanas repelieron el avance de los nacionales, que sufrirán una grave derrota en la batalla de Guadalajara. Fue la primera victoria republicana significativa.
Esta segunda fase se caracteriza por la regularización de ambos ejércitos. El republicano crea el Ejército Popular de la República, disolviendo buena parte de las milicias, mientras que Franco militariza los cuerpos de voluntarios, requetés, falangistas….
La ocupación del Norte. Abril/octubre 1937
Franco decide llevar a cabo un cambio de estrategia, concentrando sus esfuerzos en la zona norte.
La franja de Asturias, Cantabria y País Vasco (recursos mineros, siderúrgicos e industriales), había quedado en manos republicanas, mientras que Navarra  y San Sebastián  estaban bajo control de los sublevados.
            Mola ataca Vizcaya en abril del 37 y ocupa Bilbao en junio dada su superioridad en medios, armamento y aviación. En este periodo se lleva a cabo el bombardeo de las ciudades de Guernica por la aviación nazi.
            Para aliviar la presión en el norte, se inicia el ataque a Brunete cerca de Madrid y Belchite junto a Zaragoza, pero eso no evitó que en agosto se tomara Santander y dos meses después Asturias.
Esto supuso un perjuicio grave para la República dado el valor económico de dichas zonas.
El avance hacia el Mediterráneo. Noviembre 37/ junio 38
A finales del 37 el gobierno republicano lleva a cabo una serie de reformas en el ejercito, colocando al frente a Vicente Rojo, el defensor de Madrid. Una de las primeras ofensivas fue la ocupación de Teruel.
Pero en febrero del 38 Franco volvió a ocupar Teruel y aprovechándose del desgaste del ejército republicano inicia la campaña de Aragón, llegando al Mediterráneo a través de Vinaroz.
La zona republicana queda dividida en dos zonas, dejando a   Cataluña aislada del resto. Franco podía atacar Cataluña y poner fin a la guerra, pero prefirió continuar la ofensiva hacia el sur.
La batalla del Ebro y la ocupación de Cataluña, julio 38/febrero 39
El ejército republicano se reorganiza tras recibir armamento e inicia un poderoso ataque sobre el río Ebro, como un intento desesperado de recuperar territorio.
La batalla fue uno de los episodios militares más importantes de la guerra. Se inicia el 25 de julio del 38 con un avance de las tropas republicanas a través del Ebro. Franco envió a la aviación alemana e italiana y consigue detener el ataque. El contraataque de los sublevados hace retroceder a la república que será derrotada el 16 de noviembre, dejando sus fuerzas muy mermadas y desorganizadas.
Franco decide emprender de nuevo la ofensiva sobre Cataluña, y el 16 de enero entra en Barcelona sin resistencia. Con la caída de Cataluña se produce una desbandada hacia Francia, entre ellos el jefe de Gobierno Juan Negrín y el presidente Azaña.
El final de la guerra. Febrero /abril 1939
En febrero del 39 a la República no le quedaba más que la zona centro (Madrid, La Mancha, y la zona desde el norte de Valencia hasta Almería. Negrín había regresado de Francia e intentaba reorganizar el ejército y resistir en el territorio republicano.
A principios de marzo se produjo en Madrid una sublevación contra el gobierno republicano, dirigida por Segismundo Casado, responsable de la defensa de la capital. Éste había entrado en contacto con Franco para entregar la ciudad y  terminar la guerra mediante una negociación. La excusa era la posibilidad de que Negrín nombrase altos mandos militares exclusivamente comunistas.
Se forma una Junta de Defensa, con el objetivo de negociar con Franco una “paz honrosa” basada en la “generosidad del Caudillo”. Pero Franco sólo aceptó una rendición sin condiciones y obligó a entregar las armas. El 28 de marzo, las tropas de Franco entraron en Madrid sin la menor resistencia.
Los días posteriores se ocupa toda la zona Mediterránea,  La escasa resistencia no pudo impedir la ocupación.
El 1 de abril del 39 Franco firma en Burgos el último parte de guerra: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles la guerra ha terminado”.
Los efectos de la guerra.
Las consecuencias de la guerra trajeron miseria y muerte a gran parte de la población de un bando y otro. A las muertes en combate hay que sumar las víctimas de la represión y las producidas por la grave carestía de alimentos.
La falta de alimentos fue especialmente grave en la zona republicana. La escasez de productos básicos, trigo, carne y carbón empezó a notarse ya en septiembre/octubre del 36. A medida que el conflicto se alargaba los precios subieron y el mercad negro se extendió. La desnutrición provoca enfermedades y en ocasiones la muerte.
También se produjo una reducción de la producción industrial, debido a la movilización masculina para ir al frente, y aunque la población femenina, especialmente en la zona republicana, se incorpora al mundo laboral, la  producción industrial se centra en las necesidades de la guerra.
La guerra destruyó gran parte de las infraestructuras y las comunicaciones. Los bombardeos sobre la población civil fueron frecuentes, sobre todo por parte de la aviación alemana e italiana, usados como instrumento de terror ya que se destruyeron casas, fábricas, puertos, etc...
Desde el principio  los civiles de ambos bandos huían del territorio por temor a la persecución por sus ideas políticas. Por miedo a la República huyen burgueses, católicos, clérigos, etc., mientras que el avance de los nacionales generó grandes movimientos de población, atemorizada por la posterior represión.
Los refugiados republicanos se concentraron en la zona de Levante y Cataluña. Ante la imposibilidad de evacuar al conjunto de la población se dio prioridad a los niños (fueron embarcados cerca de 13.000 rumbo a Europa, EEUU y la URSS.

Hacia el final de la guerra, población de toda España y miles de soldados en retirada se concentraron en Cataluña para cruzar la frontera francesa. En pocos meses volvieron a España casi la mitad de estos refugiados, el resto inició un largo y penoso exilio. 

LA II REPÚBLICA

LA II REPÚBLICA

1.- La proclamación de la República y el período constituyente

El 12 de abril del 31 se celebran elecciones municipales en España mediante el sufragio universal masculino con una participación muy alta. En 41 de las 50 capitales de provincia triunfan las candidaturas republicano-socialistas, así como en la mayor parte de las zonas industriales, Madrid y Barcelona.


El 14 de abril los concejales electos de Eibar (Guipúzcoa) proclaman la republica, igual que en Valencia, Sevilla Oviedo, Zaragoza y Barcelona, mientras la población salía a la calle de forma espontánea y pacífica para celebrarlo.

Ante esta nueva situación, el rey decide renunciar y ese día marcha hacia el exilio. Llegada de Alfonso XIII a París el 16 de abril 1931

En Madrid los firmantes del Pacto de San Sebastián forman un gobierno provisional proclamando oficialmente la Segunda República.
En este gobierno estaban presentes, republicanos conservadores, de izquierda y radicales, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos. Al margen quedan la derecha monárquica, nacionalismo vasco, comunistas y anarquistas.

Las elecciones a cortes constituyentes se convocan para el 28 de junio mientras se decretan una serie de medidas de extrema urgencia: amnistía general para presos políticos, proclamación de libertades políticas y sindicales y designación de altos cargos de la administración.    Además se acometen otras medidas igual de urgentes, reforma del ejercito, negociación con catalanes y vascos sobre su autonomía, medidas para los campesinos que han perdido sus tierras y otras medidas económicas para afrontar la crisis.

Las medidas fueron bien acogidas y contaron con un amplio apoyo popular, mientras crecía la oposición de los grandes propietarios agrícolas, la oligarquía financiera, parte del ejército y la Iglesia.
            En las elecciones generales la participación fue muy alta (70.14 %), dando la victoria a la coalición republicano-socialista (250 frente a 464)

1.2 La constitución de 1931

            Tras las elecciones el ejecutivo queda en manos de la coalición vencedora, que elige como jefe de gobierno a Niceto Alcalá Zamora y a los ministros del gobierno provisional. Se convoca una comisión para elaborar un proyecto de constitución que será aprobado en diciembre del 31 después de intensos debates.

La constitución del 31 es muy avanzada, tiene un marcado carácter democrático y progresista, que se recoge en el artículo primero: “España es una República de trabajadores de todas clases que se organiza en un régimen de libertad y justicia”:

-          el Estado se configura de forma “integral” pero se acepta la posibilidad de gobiernos autónomos en algunas regiones.
-          El poder legislativo reside en las Cortes, formadas por una sola cámara con amplias atribuciones. El ejecutivo recae en el gobierno, formado por el Consejo de Ministros, el jefe de gobierno y el Presidente de la República.

Se incluye también una amplia declaración de derechos y libertades.
Garantizaba la igualdad ante la ley, la educación y el trabajo, así como la no discriminación en cuanto a sexo o riqueza.

El gobierno tiene la facultad de expropiar bienes si los considera de utilidad social, definiendo el trabajo como una obligación social.
El derecho al voto se establece a los 23 años y por primera vez se concede el derecho al voto a las mujeres.

También afirma la laicidad del Estado, ya que no declara ninguna religión como la oficial, estableciendo además  el matrimonio civil y el divorcio.

Esta novedosa Constitución no consigue el consenso de todas las fuerzas políticas, pero fue aprobada por una amplia mayoría (368 votos) debido a las fuertes diferencias ente la izquierda y la derecha sobre todo en el tema religioso y autonómico.
La aprobación de los artículos sobre la religión llevó a la dimisión de Alcalá Zamora y la elección de Manuel Azaña, mientras que el anterior será el presidente de la República.

1.3.- Partidos y sindicatos

La república fue un periodo de gran actividad política y sindical, el Parlamento fue el centro de la vida política del país.

Grupos de izquierda.

Todos son partidarios de:
-          Laicidad del Estado
-          Democratización del ejército
-          Reforma agraria
-          Derechos sociales y laborales
-          Autonomía.

REPUBLICANOS
- Los grupos republicanos de ámbito estatal son:
o   Radical-socialista con apoyos entre las clases medias e intelectuales
o   Acción republicana en el que destaca Azaña
Ambos con más prestigio que fuerza electoral

-          En el ámbito regional:
o   Organización Republicana Autonomista Gallega ORGA (ídem a los anteriores)
o   Ezquerra Republicana de Catalunya con amplia militancia y fuerza electoral.
TODOS SON PARTIDARIOS DE GRANDES REFORMAS, PERO NO TIENEN POSTURAS REVOLUCIONARIAS.

OTROS
-          Partido Socialista Obrero Español PSOE, con una gran fuerza. Dentro hay dos tendencias:
o   Corriente socialdemócrata liderada por Julián Besteiro e Indalecia Prieto partidaria de retrasar las acciones revolucionarias.
o   Otro grupo más revolucionario con Largo Caballero, que además era secretario de la UGT que consideraba la República como un camino hacia el socialismo.

-          Partido Comunista de España PCE surgido de una rama bolchevique del socialismo
-          Partido Obrero de Unificación Marxista POUM creado en 1936 de tendencia antiestalinista.

SINDICATOS
-          CNT con un gran número de afiliados, en el que se desarrollan dos corrientes:
o   Trentistas con una orientación moderada y netamente sindicalista, apoyan a la Republica
o   FAI Federación Anarquista Ibérica defienden la vía insurreccional y armada. ( Durruti, Ascaso y García Oliver)

Grupos de derecha

Todos son partidarios de:
-          Estado confesional
-          Privilegios del ejército
-          Defensa de la propiedad agraria tradicional
-          Contraria a las reformas laborales
-          Estado unitario

CENTRO DERECHA
-          Partido Radical de Lerroux
-          Derecha Liberal republicana de Alcalá Zamora
Derivaron hacia posturas conservadoras contrarias al gobierno republicano.

CONSERVADORES Y CATÓLICOS
-          Se desmoronan tras la proclamación de la republica.
-          Manifiestan una clara oposición a la republica, aunque algunos la aceptan:
o   Partido agrario
o   Partido Liberal demócrata
o   Acción Española, (Pemán) cuyo objetivo era armar ideológicamente a la derecha y presentar un proyecto de monarquía católica y tradicional frente a la revolución social.
o   CEDA  Confederación Española de Derechas Autónomas, el gran partido de la derecha, católica y conservadora. Era una coalición liderada por José María Gil Robles que defiende la propiedad agraria, el peso e influencia de la Iglesia,  el ejército y de los propietarios.
o   A nivel regional:
§  Lliga regionalista catalana
§  Partido Nacionalista Vasco PNV
o   Monárquicos claramente contrarios a la República, que defienden la necesidad de un golpe de Estado: Renovación Española de José Calvo Sotelo
o   Carlistas: Comunión Tradicionalista

NACIONALSOCIALISTA Y FASCISTAS
            Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista JONS unidas a Falange Española, partido fundado por José Antonio Primo de Rivera. Con una ideología antidemocrática, defendía la ultranza el nacionalismo español, organizados en grupos paramilitares de acción directa dispuestos a enfrentarse a los grupos de izquierda.
    
2.- El bienio de izquierdas 1931-1936

Entre diciembre del 31 y septiembre del 36 el gobierno lo preside Azaña formado mayoritariamente por republicanos de izquierda y socialistas que llevan a cabo varias reformas con el objetivo de modernizar y democratizar al país.

2.1.- La cuestión religiosa.
            Uno de los primeros objetivos fue el de limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la sociedad, principios que se recogen en la Constitución que establece la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos, la supresión del presupuesto para el culto y el clero, la secularización de los cementerios, el matrimonio civil y el divorcio.
            Para eliminar su influencia en la educación, se prohíbe a las órdenes religiosas que ejerzan como docentes. Además se establece la Ley de Congregaciones (mayo 31) que limita la posesión de bienes a las órdenes religiosas, así como su posible disolución en caso de considerarse peligrosas para el Estado.
Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas de 1933

            El problema más grave lo representan los Jesuitas por su cuarto voto de obediencia al Papa, lo que llevo a la disolución de la Compañía de Jesús y la nacionalización de sus bienes.

Una gran parte de los sectores católicos considera esta nueva legislación como una clara agresión. Situación que se incrementa cuando en los días 11 y 12 resurgen los movimientos populares anticlericales que incendian conventos y edificios religiosos. De esta forma, toda la jerarquía eclesiástica manifiesta su oposición a la república (menos el cardenal Vidal y Barraquer) lo que provoca la expulsión del Cardenal Segura abiertamente hostil.

2.2.- La reforma del ejército. Modernización.

            El gobierno liderado por Azaña, que también era ministro de Defensa creía necesaria una gran reforma en el ejército que lo hiciera más profesional y democrático.
            La reforma más necesaria era la reducción de sus efectivos y sobre todo el número excesivo de mandos (un oficial por cada tres soldados), eliminar el fuero especial de los militares, asegurar su obediencia al poder civil y sobre todo acabar con la tradicional intervención del ejército en la vida politica.

            Así se promulga la Ley de Retiro de la Oficialidad (1931) por la cual todos los oficiales en activo debían prometer su adhesión a la República, ofreciéndoles la posibilidad de retirarse con el sueldo integro si querían. (Más de la mitad de la oficialidad aceptó la oferta)
            También se suprimieron algunos rangos, se reducen el número de unidades y oficiales y se cierra la Academia Militar de Zaragoza, donde se localizaban los sectores golpistas.

            Se clausuran las Capitanías Generales, desaparecen  los Tribunales de Honor y el Consejo Supremo de Justicia Militar, así como la prensa exclusiva para el ejército.
            Se crea la Guardia de Asalto una fuerza de orden público fiel a la República.

            La reforma aunque técnicamente bien planteada tuvo resultados limitados. Se disminuyeron los gastos del ejército, pero la reducción del presupuesto dificultó su modernización en armamentos y equipamientos.
            Además la reforma fue recibida como una agresión a la tradición y al poder del ejército por algunos sectores, entre ellos los africanistas. Este descontento lo aprovecha la derecha para animar a la revuelta militar contra la República.

2.3.- La reforma agraria.

Este sería el proyecto de mayor envergadura, cuyo objetivo era poner fin al predominio del latifundismo y mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres y jornaleros.
           
            Los primeros decretos perseguían proteger a los campesinos sin tierra y a los arrendatarios, prohibiendo que se rescindieran los contratos de arrendamiento. También se fija una jornada laboral de 8 horas para el campo, estableciendo un salario mínimo al tiempo que se obligaba a los propietarios a poner en cultivo las tierras aptas para ello.

            El tema principal fue la elaboración de una Ley de Reforma Agraria que se aprueba en septiembre del 32. Su objetivo no era un cambio radical del campo ni una colectivización de la tierra, sino la modernización de la agricultura.
           
La ley permitía expropiar sin indemnización las tierras de una parte de la nobleza (grandes de España) mientras que las cultivaban de forma deficiente, arrendaran continuamente y se mantuvieran de secano pudiendo ser de regadío se expropiaban con indemnización.
            La ley la aplicó el Instituto de la Reforma Agraria IRA que contaba con un presupuesto anual para indemnizar a los expropiados y facilitar los asentamientos de familias campesinas.
            Los resultados de la ley fueron escasos ya que se expropiaron muchos menos hectáreas de las previstas, al tiempo que se asentaban muchas menos familias. Las razones del fracaso hay que buscarlas en la complejidad de la ley, lentitud y dificultades burocráticas para su aplicación, la falta de presupuestos para las indemnizaciones y la gran resistencia de los propietarios.

            La aplicación de la ley provoca un gran aumento de la conflictividad social. Los grandes propietarios se oponen abiertamente aliándose con los otros “enemigos” de la República para acabar con ella. Por otro lado los campesinos quedaron decepcionados con los resultados, orientándose hacia posturas más revolucionarias y de enfrentamiento (ocupación de tierras, incendios de cortijos, reyertas con la Guardia Civil…)

2.4.- La reforma del Estado centralista

            Otra de las cuestiones pendientes era permitir que las regiones tuviesen una organización propia para acceder a la autonomía.

            En Cataluña el 14 de abril del 31 Francesc Maciá había proclamado la República Catalana. Esto crea un grave problema, dado que la constitución preveía un nuevo tipo de Estado que favorecía las autonomías. Se llega a un acuerdo con los dirigentes catalanes, por la que se anula la decisión anterior a cambio de la formación de un gobierno autonómico provisional Generalitat cuya primera tarea sería la elaboración de un Estatuto de Autonomía, el llamado Estatuto de Nuria fue aprobado en referéndum popular por el 99% de los votos.

            La Constitución reconoce el marco legal del Estatuto, aunque con algunos recortes. Y aunque contó con la oposición de la derecha y algunos sectores republicanos fue aprobada en septiembre del 32.

            La autonomía catalana contaba con un gobierno y un parlamento propios con competencias en materia económica, social y cultural, reconociéndose el catalán como idioma cooficial. Francesc Maciá fue el presidente con Ezquerra Republicana.

            En el País Vasco, el PNV y los carlistas aprobaron en junio del 31 un proyecto de estatuto, Estatuto de Estella.  Pero este proyecto se demoró en el tiempo por la oposición de los socialistas y los republicanos de izquierda la consideraban poco democrática y demasiado confesional e incompatible con la constitución republicana.

En el 36 ya empezada la guerra se aprueba un estatuto cuyo primer lendakari fue José Antonio Aguirre del PNV.

            En Galicia, el nacionalismo era menos acusado y no era una fuerza hegemónica. El proceso del estatuto fue lento y el 28 de junio del 36 se aprueba, pero no llega a aplicarse debido al estallido de la Guerra Civil.

2.5.- La reforma educativa y cultural.

            A la reforma educativa de gran calado cultural se le dedicaron muchos recursos. El objetivo era promover una educación liberal y laica y que el Estado asegurase el derecho a la educación a toda la población.
            Se inicia en la educación primaria con la creación de 10.000 escuelas y 7.000 plazas de maestros mientras que se aumentaba el presupuesto en un 50%  adoptándose un modelo de escuela mixta, laica, obligatoria y gratuita.

            La República veía necesaria la mejora del nivel cultural de la población así como considerarla un derecho para la mayoría. Para ello con el apoyo de intelectuales y artistas se realizaron campañas culturales para los sectores más humildes. Las llamadas Misiones Pedagógicas formadas por grupos ambulantes de estudiantes, profesores e intelectuales llevaban a zonas rurales bibliotecas, coros, conferencias, cines y teatro.

2.6.- Las reformas laborales.

            Desde el ministerio de trabajo, Fco. Largo Caballero inicia una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales. Se aprueba la Ley de Contratos de Trabajo que regula la negociación colectiva, la Ley de Jurados Mixtos con el poder de arbitraje vinculante en caso de desacuerdo.
            También se establece la semana laboral de 40 horas y se estimula la subida salarial.  Se crean los seguros sociales, se reduce la jornada laboral en el campo y se refuerza el papel de los sindicatos agrarios.
            Las organizaciones patronales se opusieron a estas medidas y consiguieron frenar algunos proyectos.

3.- Los problemas de la coalición republicano-socialista.

3.1.- Una coyuntura económica desfavorable

            El cambio de régimen coincide con la etapa más cruda de la depresión económica  mundial que se inicia con el desplome de la bolsa de Nueva York en octubre del 29. Esta crisis influye en menor medida en la economía española, debido a la escasa participación de nuestra economía en el mercado internacional, pero imposibilita el crecimiento ya toda Europa vide una situación de recesión.
            La crisis paraliza la emigración a América, válvula de escape en zonas de paro crónico como Andalucía o Galicia.

            Así la crisis agravó los tradicionales problemas internos de la economía, paro agrícola, desigual reparto de la tierra, escasa competitividad internacional, déficit en la balanza comercial, etc. A estos se suman otros, los derivados de la politica económica  del bienio. Por ejemplo, el aumento de los salarios no se correspondió con un crecimiento de la productividad, lo que hace descender los beneficios empresariales. Así aumenta el descontento y la desconfianza empresarial lo que lleva a un hundimiento de la inversión privada, sobre todo en noviembre del 33 cuando la coalición fue derrotada en las elecciones.
            Además el gobierno había optado por disminuir el gasto para reducir el déficit heredado de la dictadura para llegar a un presupuesto equilibrado. Pero la reducción de la inversión pública tuvo graves consecuencias en sectores como la siderurgia, la construcción de maquinaria, construcción naval, etc.

3.2.- La conflictividad social
 La lentitud de las reformas, conlleva al desencanto e impaciencia de los trabajadores.
La CNT vio la ocasión perfecta para su proyecto revolucionario y fomentó la conflictividad laboral  e insurrecciones campesinas para poner fin al orden burgués. A partir del 33 será la etapa más revolucionaria de la CNT a la que se suman los sectores más radicales del socialismo a través de la poderosa organización del campo, la Federación de Trabajadores de la Tierra. El partido Comunista también aumenta su afiliación.

            Huelgas, insurrecciones y ocupaciones de tierras fueron en aumento (402 en el 30, 734 en el 31 y 1127 en el 32) Entre el 32 y el 33 se dieron varios casos de sublevaciones importantes, la minería en Barcelona o los campesinos en Andalucía (Casas Viejas): en estos casos se tomaba el ayuntamiento, se quemaba el registro de la propiedad, se colectivizaba la propiedad y se declaraba el comunismo libertario. Acababan con la intervención de la Guardia Civil o la de Asalto. La represión era muy cruenta con la muerte de campesinos.

            Estos hechos provocaron un gran desgaste del gobierno que se vio desacreditado al tener aplicar duras medidas policiales para controlar el orden público. Además los conflictos incrementaron la desconfianza empresarial lo que hace descender más inversión y hace empeorar la situación económica. Esta situación la aprovechan los sectores contrarios a la republica para acabar con la coalición gobernante.

3.3.- La reorganización de las derechas.

            Las reformas y la conflictividad disgustaron a las elites económicas, sociales e ideológicas, Iglesia, grandes propietarios de tierras, organizaciones patronales, etc. Además amplias capas de las clases medias las veían muy radicales. Estos grupos se fueron organizando alrededor de partidos conservadores u organizaciones de tipo fascista para acabar con el gobierno.

  • El centro-derecha se organiza alrededor del Partido Radical de Lerroux, con empresarios, comerciantes y propietarios agrícolas.
  • La derecha monárquica, católica  y conservadora con grandes campañas contrarias a la reforma religiosa, la agraria o el estatuto catalán. En el 33 se organiza la CEDA  de Gil Robles con un gran número de afiliados.
  • Otros grupos como Renovación Española de Calvo Sotelo, la Comunión Tradicionalista (carlistas) y los fascistas JONS y Falange, aunque minoritarios llevan a cabo una gran actividad de agitación contra el gobierno, al que acusan de marxista y bolchevique, creando un clima de crispación que arrastró a toda la derecha.
  • Algunos sectores del ejército se hicieron eco del malestar social y protagonizaron insurrecciones. Como la del General Sanjurjo en agosto del 32, con el objetivo de hacer virar la republica hacia posturas de derecha pero fracasa estrepitosamente.  Un año después se crea la Unión Militar Española UME una organización clandestina de militares derechistas y antirreformistas.

4.- El bienio conservador 1933/1935 El bienio negro.

Azaña dimite del gobierno en el otoño del 33 mientras el presidente Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones para noviembre.


4.1.- Las elecciones de 1933: el gobierno de derechas.

            En las elecciones del 18 de noviembre fue la primera vez que votaron las mujeres, pero tuvo un algo grado de abstención. La izquierda se presentó a las elecciones desunida, republicanos y socialistas presentan candidaturas separadas; muchos obreros siguieron las consignas de la CNT que pedía la abstención.
Mientras la derecha se presentó unida y organizada, lo que le dio la victoria al partido de centro-derecha dando inicio al llamado Bienio Negro.

            Dos fuerzas políticas obtuvieron los mejores resultados, el Partido Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles.
 El presidente Alcalá Zamora confía la formación de gobierno al Partido Radical que forma un gobierno monocolor pero con el apoyo en el Parlamento de la CEDA con la promesa de modificar las reformas del bienio anterior.

4.2.- La paralización de las reformas.

            El nuevo gobierno de Lerroux inicia su andadura paralizando gran parte de las reformas anteriores.

En el campo se frena la reforma agraria, se devuelven tierras a la nobleza, se anula la cesión de tierras mal cultivadas y se concede libertad total de contratación, lo que conlleva a una bajada de salarios de los jornaleros. Los propietarios buscaban desquitarse y los campesinos respondieron con la huelga.

La cuestión agrario enfrentó también al gobierno con la Generalitat Catalana de izquierdas a raíz de la promulgación de la Ley de Contratos de Cultivo de 1934. Esta permitía a los Rabassaires (campesinos arrendatarios) a comprar las tierras según un precio fijado. Los propietarios buscan la ayuda de la mayoría conservadora de las Cortes que determina su anticonstitucionalidad, anulando sus efectos. La Generalitat no acepta la anulación y aprueba una ley prácticamente idéntica a la anterior.

El gobierno central también se había enemistado con los nacionalistas vascos, al paralizar en las Cortes, la discusión sobre el estatuto impulsado por PNV.

En el tema religioso, el gobierno aprueba un presupuesto para el culto y el clero e inicia negociaciones para firmar un Concordato con la Santa Sede, mientras que se mantiene la reforma del ejército pero se otorga una amnistía para los participantes en la Sanjurjada y para los colaboradores de Primo de Rivera. En educación, se respetan los cambios pero el presupuesto se vio reducido.

Este viraje conservador del gobierno llevó al PSOE y la UGT a la radicalización. El ala más izquierdista propicia la revolución social, mientras que el más moderado defiende la colaboración con los republicanos de izquierda para estabilizar la República y seguir con las reformas
El sector radical del PSOE y los anarquistas declararon la guerra abierta al nuevo gobierno con numerosas huelgas y conflictos.

La CEDA responde endureciendo su posición y reclamando una acción más contundente con respecto al orden público, exigiendo su participación activa en el gobierno. Lerroux accede a tales peticiones y el 5 de octubre del 34 entrega tres carteras ministeriales a la CEDA

4.3.- La revolución de octubre de 1934

La izquierda consideró la entrada de la CEDA en el gobierno como un viraje hacia el fascismo. Así, en algunas grandes ciudades españolas se producen huelgas y manifestaciones promovidas por la UGT con escasa participación de la CNT para defender las reformas sociales que el nuevo gobierno ponía en peligro.
La protesta fracasó a nivel nacional por la falta de coordinación y la contundente respuesta del gobierno que declara el estado de guerra.
Los acontecimientos más graves se dan en Asturias y Cataluña.

En Asturias los mineros protagonizan una revolución social fruto del acuerdo entre anarquistas, comunistas y socialistas. Los mineros armados ocuparon pueblos, sustituyeron ayuntamientos, tomaron los cuarteles de la Guardia Civil y asumieron la distribución de productos básicos a la población. Los mineros se enfrentaron a las fuerzas de orden público en Oviedo, mientras que el gobierno envía desde África a la Legión al mando de Franco. La resistencia duró 10 días y fue duramente reprimida, más de 1000 muertos y 5000 detenidos

En Cataluña la revuelta tuvo un carácter más político. Lluís Companys presidente de la Generalitat, pretendía evitar la entrada de la CEDA en el gobierno, dado su carácter antiautonómico, proclama la República catalana dentro de la República Federal española al tiempo que los partidos de izquierda y los sindicatos organizan una huelga general. La CNT se niega a participar en la huelga y escaso apoyo ciudadano hacen fracasar la insurrección.
Se declara el estado de guerra y el ejército (general Batet) ocupa la Generalitat. Hubo más de 3500 detenidos.

4.4.- La crisis del segundo bienio.

Las consecuencias de la revolución de octubre fueron notables. La CEDA aumenta su influencia en el gobierno y plantea una orientación más dura de la política del gobierno.
Se suspende el Estatuto catalán, se anula la Ley de contratos de cultivo y los campesinos se vieron obligados a pagar la totalidad de las rentas, se devuelven las propiedades a los Jesuitas y se nombra a Gil Robles ministro de Guerra y a Franco jefe del Estado Mayor.
 También presenta en julio de 1935 un proyecto de reforma de la Constitución que recogía una visión muy restrictiva de las autonomías, la abolición del divorcio y la negación de la posibilidad de expropiación de tierras. Tanto los radicales como el presiente Alcalá Zamora eran favorable a esta reforma. Pero el proyecto no llego a votarse.
En otoño de ese año, se produce una fuerte crisis de gobierno, que afecta al propio Partido Radical. Una serie de escándalos de corrupción, como el caso del estraperlo (una ruleta trucada que se había implantado en varios casinos) así como los casos de malversación de fondos por parte de algunos políticos (caso Nombela).

Estos escándalos agravan las diferencias en la coalición gubernamental. Los radicales de Lerroux ya no tenían apoyos en el poder, lo que evidenciaba la necesidad de un cambio de gobierno. Gil Robles intenta que le nombren presidente de gobernó pero Alcalá Zamora se negó y convoca elecciones para febrero de 1936.

5.- El triunfo del Frente Popular

5.1.-  Las elecciones de febrero de 1936

Para estas elecciones, los partidos de izquierda (republicanos, socialistas y comunistas)  se agrupan en el llamado Frente Popular cuyo programa defendía la concesión de una amnistía para los encarcelados en los sucesos de octubre de 1934, la reintegración en sus cargos de los represaliados por razones políticas, así como la reactivación de las reformas anuladas en el bienio negro.
La CNT no participa en el pacto, pero no pide la abstención como en otros casos.
Los partidos de la derecha formaron distintas coaliciones, la CEDA, los monárquicos y los tradicionalistas (Bloque Nacional) y en algunos casos los radicales y la Lliga catalana. Pero no lograron elaborar una candidatura única para toda España ni redactar un programa electoral de consenso.

El Frente Popular obtuvo el 48% de los votos y se convierte en la fuerza ganadora, la derecha el 46.5% mientras que el centro sólo el 5.4%. La derecha tiene buenos resultados en las dos Castillas, León, Navarra y parte de Aragón, mientras que la izquierda triunfa en Madrid, Barcelona, valencia, las zonas industriales y las regiones del litoral.

En nuevo gobierno del Frente Popular estaba formado exclusivamente por republicanos (Izquierda Republicana y Unión Republicana) con el apoyo en el parlamento de socialistas y el resto de los partidos de la coalición. Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga, jefe de gobierno.

5.2.- El Frente Popular.

            El nuevo gobierno pone en práctica el programa pactado en la coalición electoral. Se decreta una amnistía, para los presos del 34 y se obliga a las empresas a readmitir a los obreros despedidos por la misma causa.
            Se restablece el Estatuto de Autonomía de Cataluña, mientras que se inician las del País Vasco y Galicia. También ese reanuda el proceso reformista del 1ª bienio, presentando un proyecto para la devolución de los bienes comunales de los municipios y la reanudación de los asentamientos            s de campesinos.

            Esperanzados los partidos de izquierda y los sindicatos se lanzaron a una movilización popular. En las ciudades se convocan huelgas para pedir la mejora de las condiciones laborales, mientras que en el campo los jornaleros se adelantaban a la legislación y ocupaban las tierras. 

            La derecha recibe la nueva situación con absoluto rechazo, los propietarios de tierras, los industriales y la iglesia vuelven a lanzar campañas contra la República.
            Falange Española asume un gran protagonismo y fomenta un clima de enfrentamiento civil y crispación política. En palabras de José Antonio usando la “dialéctica de los puños y las pistolas” Falange forma patrullas armadas que inician acciones violentas contra la izquierda, que serán respondidas igualmente por los más radicales de esta tendencia. Así los enfrentamientos de propagan entre febrero y julio del 36.

5.3.- Hacia el golpe de Estado.
El clima de violencia favorecía a los sectores que ya estaban decididos a organizar un golpe de Estado contra la República. (En febrero, Franco intenta declarar un estado de guerra)
            En marzo un grupo de generales acordaron “un alzamiento que restableciera el Orden”. Al principio la conspiración militar tuvo escasa fuerza y estaba desorganizada hasta la llegada del general Emilio Mola.
Su plan era realizar un pronunciamiento militar simultáneo en todas las guarniciones posibles, con especial interés en Madrid, Barcelona y el ejército de África.

            La República para frenar los rumores golpistas, traslada de destino a los generales implicados en el complot, Franco a Canarias y Mola a Navarra, pero no son destituidos.

            La conspiración cuenta con el apoyo de las fuerzas de derecha, monárquicos, carlistas, cedistas, falangistas, etc., estableciéndose contactos con la Alemania nazi y la Italia fascista. Pero las diferencias respeto al tipo de régimen que instaurar tras el golpe, demoraban la fecha del alzamiento.
            Pero dos acontecimientos aceleran el proceso. El 14 de julio se produce el asesinato en Madrid a manos de la izquierda, el monárquico José Calvo Sotelo, en respuesta al asesinato del teniente Castillo.

            La sublevación se inicia en Marruecos el 17 de julio dando origen a una guerra civil que se prolongará 3 años y que pondrá fin a la II República.